Tricotilomanía

Sabía que no podía ser normal...

Realmente lo he sabido siempre; diría que me di cuenta a eso de los 8 años, pero claro, piensas, ¿qué sabrá una niña de 8 años de la vida? Mucho, la niña sabía mucho y ya sufría...

Vivía avergonzada por algo que no podía controlar: sabía lo que hacía, sufría por ello, luego me arrepentía, pero no podía parar. Y hoy, 12 años más tarde, he podido entenderlo todo y es que los trastornos del control de impulsos es lo que tienen, que no pueden controlarse ni evitarse (tricotilomanía).

Quizás si entonces me hubiera dejado ayudar... quizás si hubiera hecho caso... quizás si me hubiera abierto a ese psicólogo, hoy todo sería diferente... pero entonces, ya son muchos los quizás.

Y lo peor es que no me siento aliviada al saber que lo que me pasa tenía un por qué, que no era/soy la única a la que le pasa; me siento peor, horrible, me siento asquerosa, me siento un monstruo, y me muero de vergüenza, porque claro, yo no podía ser normal.